Un stock de seguridad es una previsión comercial y consiste en almacenar producto extra en el almacén para evitar imprevistos que pudieran ocasionar pérdidas. Las casuísticas más comunes en almacenaje industrial son:
- Huelgas de trabajadores
- Problemas relacionados con imprevistos sanitarios (caso de la Covid-19)
- Retrasos de los proveedores o problemas con ellos
- Averías o fallos graves en fase de producción
- Excesiva demanda de un producto
Se debe ser cauteloso a la hora de calcular el stock de seguridad porque pudiera causar los mismos problemas que pretende evitar. Un mal cálculo puedo generar demasiado producto almacenado que, según sus características, pudiera deteriorarse, caducar, romperse o requerir de un mantenimiento o, por el contrario, quedarse corto y no servir cumplir su cometido.
Para calcular el stock de seguridad se debe conocer bien el concepto “nivel de servicio”: el porcentaje resultante de la capacidad de la empresa para atender pedidos en un determinado periodo de tiempo (una suerte de test de estrés del almacenaje de productos).
Este es el elemento que, a grandes rasgos, se debe tener en cuenta antes de proceder a generar un stock de seguridad. Y para calcularlo, los empresarios deben aplicar una fórmula que aclare cuál es el verdadero nivel de seguridad o factor de servicio que la empresa puede ofrecer en una situación imprevista.
Fórmula stock de seguridad
La forma más clara de comprender la fórmula es la siguiente:
(Plazo máximo de entrega – plazo de entrega normal) x Demanda Media = Stock de Seguridad.
Donde el plazo máximo de entrega es el tiempo máximo que puede tardar el proveedor en abastecer el producto. El plazo de entrega normal es el plazo formal para recibir la mercancía del proveedor y la Demanda Media es la demanda estándar dentro de la normalidad.
Otro concepto importante en este sentido es “el punto de pedido”: El stock mínimo que deberemos mantener para garantizar las ventas previstas durante el periodo de tiempo que transcurre entre el envío al proveedor y el tiempo en que este nos hace llegar la mercancía. Su fórmula es: Demanda Media x Plazo de Entrega.
Estas fórmulas están, pues, completamente relacionada con la satisfacción del cliente y el rendimiento de la empresa.
Cómo calcular el stock de seguridad
Son varios las circunstancias que hay que tener en cuenta a la hora de realizar el cálculo de stock de seguridad:
- Los plazos de qué dispone la empresa para entregar los pedidos.
- La desviación estándar en el plazo de entrega de pedidos.
- La demanda de stock de seguridad y su posible desviación.
- Tasa de servicio prestado que se desea alcanzar.
En cualquier caso, el cálculo de Stock de Seguridad se consigue aplicando la siguiente fórmula:
- El plazo máximo de entrega en el que el proveedor nos haga llegar el producto suponiendo que hubiera un retraso. (PME)
- El plazo de entrega normal en el que el proveedor nos envía la mercancía en circunstancias normales. (PE)
- La demanda media que se ha calculado para ese producto determinado en una situación de normalidad. (DM)
En conclusión, el stock de seguridad es el que va a suponer que un almacén aumente la satisfacción de sus clientes, la gestión del almacén y sus productos cuando, eventualmente, la demanda real sea superior a la prevista.
En este sentido, se puede conseguir una mejor gestión consiguiendo incrementar el llamado “Punto de Pedido” en una cantidad determinada que cubra todos los posibles imprevistos.
El stock de seguridad, entonces, es un elemento fundamental para los empresarios que tengan presente la importancia de encontrar buenos resultados en ventas y mantener la satisfacción de sus clientes.
Entre sus beneficios, someramente, se encuentran el paso a la excelencia dentro de la gestión de un almacén: La disponibilidad adecuada de los productos, mayor calidad de servicio, el mantenimiento de los tiempos de entrega y la reducción de los costes. Además, del salto cualitativo frente a al competencia.
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